DESCUBRIMIENTOS
martes, 14 de marzo de 2017
http://www.monografiasEL APOGEO DEL CAPITALISMO
El nuevo sistema industrial exigió un cambio en el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados costos del maquinismo.
El nuevo sistema industrial exigió un cambio en el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados costos del maquinismo.
EL AVANCE DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION
La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios continentales.
Uno de los acontecimientos más destacados
durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y colonización de nuevas
tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros
se dirigieron a Australia y al algún país de Sudamérica. California y Australia
ejercieron especial atractivo sobre los buscadores de oro. Este sorprendente
movimiento migratorio se pudo realizar porque los transportes se abarataron y
facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades
europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales.
En 1869, se abrió el Canal de Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más
tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y, finalmente, se
construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.
La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios continentales.
PROGRESO CIENTÍFICO
Como vimos, las industrias textiles y
siderúrgicas fueron las primeras en desarrollarse. Los ingleses contaban con
abundante algodón proveniente de la India a bajo precio, por lo que
crearon grandes manufacturas textiles que terminaron por desplazar
al lino y a la lana en la confección del atuendo entre los
europeos. Para ello, desde mediados del s. XVIII, contaron con la progresiva
aparición de nuevos inventos que facilitaron una rápida y abundante producción.
Se comenzó con el descubrimiento de la
lanzadera volante, siguieron los diversos tornos de hilar que permitieron a un
obrero trabajar varios husos a la vez, continuaron con el telar mecánico y se
combinaron de tal forma estos diversos inventos que la cantidad de productos
fabricados superó ampliamente la demanda tradicional. Esta situación convirtió
a Inglaterra en un país exportador y en el verdadero taller del mundo en la
primera mitad del s. XIX.
El invento y la aplicación de la máquina a vapor abrió enormes
posibilidades al desarrollo tecnológico que no dejó de progresar durante todo
el s. XIX. A fines del siglo, el alemán Daimler inventó el motor de
combustión interna; entre 1900 y 1914, el automóvil y el avión se
perfeccionaron gracias al motor Diésel. Al mismo tiempo, la
electricidad empezó a utilizarse con fines industriales. Los estudios
científicos, estimulados por los gobiernos en las universidades y financiados
por las empresas, lograron obtener algunas materias con procedimientos químicos
realizados en los laboratorios. Estos nuevos productos, como el caucho y el
salitre sintético, abrieron un campo ilimitado al desarrollo científico y tecnológico
EL NACIMIENTO DE LA INDUSTRIA TEXTIL
También empezó a haber una mayor demanda
de tejidos gruesos, los cuales eran fabricados por la industria británica en la
localidad deLancashire,
donde destacaba la producción de pana,
fabricada a partir fibras entrecruzadas de lino y algodón. El lino era
utilizado para dotar de más resistencia al tejido, cuyo material principal, el
algodón, no tenía una resistencia suficiente, aunque esta mezcla resultante no
era tan suave como los tejidos 100% algodón y era más difícil de coser.25
Hasta el nacimiento de la industria
textil, los tejidos y el hilado en general se realizaba en los hogares, en la
mayor parte de los casos para consumo propio. Este método productivo, basado en
que la producción estaba dispersa y se desarrolloba en los domicilios de los
trabajadores, es a menudo denominado en inglés como sistema Putting-out (Putting-out system) en contraposición al
posterior sistema industrial o factory system.26 Solo en ocasiones
puntuales los trabajos se realizaban en el taller de un maestro tejedor. Bajo
el sistemaputting-out los trabajadores,
antes de fabricar su producto, pactaban contratos con comerciantes y
vendedores, quienes les suministraban a menudo las materias primas necesarias.
Fuera de temporada, por la general, las esposas de los agricultores hacían los
hilados mientras que los hombres producían los tejidos. Utilizando la máquina de hilar o rueca, en cualquier momento entre cuatro y
ocho hilanderas podían echar una mano al tejedor.25 27 28 Uno de los grandes
inventos de la industria textil fue la lanzadera volante, patentada en 1733 por John Kay,
que permitió una cierta automatización del proceso de tejido. Posteriores
mejoras, destacando las de 1747, permitieron duplicar la capacidad de
producción de los tejedores, lo que también agravó el desequilibrio que existía
entre el hilado y el tejido.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA INDUSTRIA
Uno de los principios fundamentales de la
industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como
definitivos o acabados. Su base técnico-científica es revolucionaria, generando
así el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más
breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas las formas de
producción anteriores a la industria moderna (artesanía y manufactura) fueron
esencialmente conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en
generación sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de
obsolescencia e innovación no se circunscribe a la ciencia y la tecnología,
sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las sociedades modernas.
En este contexto la innovación es, por definición, negación, destrucción,
cambio, la transformación es la esencia permanente de la modernidad.
CONSECUENCIAS
Las existencias de controles fronterizos
más intensos evitaron la propagación de enfermedades y disminuyó la propagación
de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola
británica hizo además más
eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor
trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a
buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un
movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo
desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del
desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la
acumulación de capital son considerados factores influyentes, como también lo
fue la revolución científica del siglo XVII. Se puede decir que se produjo
en Inglaterra por su desarrollo económico.
La presencia de un mayor mercado
doméstico debería también ser considerada como un catalizador de la Revolución
Industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.
La invención de la máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de
la Revolución industrial. Hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal
basado en el uso de coque en vez de carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el
funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se convirtieron en el
modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.
http://larevolucionindustrialmundiaLCARRETERA Y CANALES
CARRETERAS
CANALES
Los primeros canales empezaron a ser construidos en Gran Bretaña en el siglo XVIII con el objeto de comunicar los centros industriales del norte británico con los puertos marítimos del sur y Londres. Los canales fueron la primera tecnología que permitió un fácil y relativamente rápido transporte de mercancías por todo el país, pudiéndose transportar varias docenas de veces más de tonelaje por viaje que con un transporte terrestre. A esto se unía el relieve del país, completamente llano, lo que permitía que los canales fueran construidos rápidamente y a un bajo precio. A principios de la década de 1820, ya existía una red nacional consolidada. El ejemplo inglés fue copiado en Francia que con un relieve similar al británico pudo desarrollar su propio sistema, que a mediados del siglo XIX contaba con 8500 kilómetros de vías.
CARRETERAS
El esfuerzo en la construcción y mejora
de carreteras (o caminos) comenzó
en muchas partes de Europa antes de la Revolución Industrial. Desde el fin de
las guerras napoleónicas a principios del siglo XVIII y en ausencia de otros medios de comunicación más eficaces, las
carreteras fueron extensamente mejoradas. A principios del siglo XIX el país
más adelantado en esta materia era Francia con una red de 33 000
kilómetros de gran calidad que se extendían hasta Alemania, Suiza e Italia. Los Países Bajos, el Reino de Prusia oSuiza también habían vivido una gran mejora en las
comunicaciones. En el otro extremo se encontraban lugares como Sicilia, que no empezó su
construcción hasta bien entrado el XIX, la Rusia zarista, que no tendría su
primera calzada entre Moscú y San Petersburgo —sus principales ciudades— hasta 1834 o España,
que cuenta antes de la mitad del siglo XIX con solo 6000 kilómetros de vías,
siendo además estrechas y llenas de irregularidades y deficiencias. En Gran
Bretaña el rápido desarrollo de ferrocarriles y canales quita importancia a su
construcción, pero aun así se suceden las ampliaciones y modernizaciones de la
maltrecha red británica contando en 1850 con más de 50 000 kilómetros de trazado,
18 000 más que veinte años atrás
CANALES
Los primeros canales empezaron a ser construidos en Gran Bretaña en el siglo XVIII con el objeto de comunicar los centros industriales del norte británico con los puertos marítimos del sur y Londres. Los canales fueron la primera tecnología que permitió un fácil y relativamente rápido transporte de mercancías por todo el país, pudiéndose transportar varias docenas de veces más de tonelaje por viaje que con un transporte terrestre. A esto se unía el relieve del país, completamente llano, lo que permitía que los canales fueran construidos rápidamente y a un bajo precio. A principios de la década de 1820, ya existía una red nacional consolidada. El ejemplo inglés fue copiado en Francia que con un relieve similar al británico pudo desarrollar su propio sistema, que a mediados del siglo XIX contaba con 8500 kilómetros de vías.
TRANSPORTES
El ferrocarril, nacido en el siglo XVIII, es uno de los grandes protagonistas de la Revolución Industrial. En sus comienzos se empleaba la fuerza animal como medio de locomoción, los raíles eran de madera y su empleo se limitaba a las minas para el transporte decarbón.nota 1 En un libro publicado en 1797, Carz aseguraba haber sido el primero que pensó en sustituir la madera por hierro.32 La primera concesión del Parlamento inglés para la construcción de un ferrocarril —movido por caballos— se remonta a 1801; se trataba de una línea entre Wandsworth y Croydon con unos 13 kilómetros de longitud y con un coste de 60 000 libras. La gran revolución del ferrocarril comenzó en 1814, cuando George Stephenson utilizó la máquina de vapor como medio de locomoción. Su invento fue un éxito y comenzó a usarse de inmediato en las minas, pudiendo transportar ocho vagones de 30 toneladas a una velocidad de 7 km/h. Estos resultados eran suficientes para expandir el uso de la máquina a otros servicios. Fue un 1821 cuando el Parlamento autorizó la construcción de la primera línea de ferrocarril con tracción de vapor entre Stockon y Darlington. La línea fue inaugurada en 1825 con una máquina maniobrada por el propio Stephenson tirando de 34 vagones a una velocidad de entre 10 y 12 millas por hora —16-19 km/h—El periódico The Times describió esta hazaña de la siguiente manera
- FERROCARIL
El ferrocarril, nacido en el siglo XVIII, es uno de los grandes protagonistas de la Revolución Industrial. En sus comienzos se empleaba la fuerza animal como medio de locomoción, los raíles eran de madera y su empleo se limitaba a las minas para el transporte decarbón.nota 1 En un libro publicado en 1797, Carz aseguraba haber sido el primero que pensó en sustituir la madera por hierro.32 La primera concesión del Parlamento inglés para la construcción de un ferrocarril —movido por caballos— se remonta a 1801; se trataba de una línea entre Wandsworth y Croydon con unos 13 kilómetros de longitud y con un coste de 60 000 libras. La gran revolución del ferrocarril comenzó en 1814, cuando George Stephenson utilizó la máquina de vapor como medio de locomoción. Su invento fue un éxito y comenzó a usarse de inmediato en las minas, pudiendo transportar ocho vagones de 30 toneladas a una velocidad de 7 km/h. Estos resultados eran suficientes para expandir el uso de la máquina a otros servicios. Fue un 1821 cuando el Parlamento autorizó la construcción de la primera línea de ferrocarril con tracción de vapor entre Stockon y Darlington. La línea fue inaugurada en 1825 con una máquina maniobrada por el propio Stephenson tirando de 34 vagones a una velocidad de entre 10 y 12 millas por hora —16-19 km/h—El periódico The Times describió esta hazaña de la siguiente manera
- EL BARCO DE VAPOR
Antes del siglo XIX la larga tradición naval europea se había sustentado sobre el control de los vientos como medio de propulsión y la seguridad más que por la velocidad en el mar. A principios de siglo no se empleaban menos de dos o tres semanas en cruzar el Atlántico de este a oeste, necesitándose entre 30 y 40 días de oeste a este. Con la formación de los imperios coloniales europeos se hizo necesario desarrollar una tecnología que asegurase el viaje sobre las aguas; en el siglo XVIII se generalizó el uso del sextante, mapas con las notaciones de los vientos y el cronómetro. La invención de la nueva embarcación partió de los trabajos de Jouffroy d´Abbens sobre el Sena y los de Fulton con su máquina Clermont.53 Fue en Estados Unidos donde tuvieron lugar las primeras pruebas del navío de ruedas sobre el río Hudson. En 1815 ya circulaban un centenar de estos navíos de ruedas que obtenían su energía de la leña, material barato y abundante. El Savannah consiguió cruzar en 29 días el Atlántico Norte en 1819 y la Sphink, que llevó a Francia las noticias de la toma de Argel, desarrollaba una velocidad de 6 nudos. Pero los problemas eran numerosos: las paletas utilizadas provocaban un gran desperdicio de energía, existía el riesgo de incendio o explosión a bordo, su velocidad era aún menor a la desarrollado por los veleros y el poder militar aún se oponía a su utilización como navío de guerra
ECONOMIA INDUSTRIAL
Estos nuevos transportes se hacen
necesarios no solo en el comercio interior, sino también en el comercio
internacional, ya que en esta época se crean los grandes mercados nacionales e
internacionales. El comercio internacional se liberaliza, sobre todo tras
el Tratado de Utrecht (1713) que liberaliza las
relaciones comerciales de Inglaterra, y otros países europeos, con la América
española. Se termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo
económico; y se aboga por una política imperialista y la eliminación de los
privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras eclesiásticas,
señoriales y comunales, para poner en el mercado nuevas tierras y crear un
nuevo concepto de propiedad. La Revolución industrial generó también un
ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva división
internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron
mediante el abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los
nuevos sistemas de transporte y la apertura de vías de comunicación, así como
también, mediante una política expansionista.
El Reino Unido fue
el primero que llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la colocaron
a la cabeza de todos los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la
población, en los transportes, en la tecnología y en las industrias,
favorecieron un desarrollo industrial. La industria textil algodonera fue el
sector líder de la industrialización y la base de la acumulación de capital que
abrirá paso, en una segunda fase, a la siderurgia y al ferrocarril.
A mediados del siglo XVIII, la industria
británica tenía sólidas bases y con una doble expansión: las industrias de
bienes de producción y de bienes de consumo. Incluso se estimuló el crecimiento
de la minería del carbón y de la siderurgia con
la construcción del ferrocarril. Así, en Gran Bretaña se desarrolló de pleno
el capitalismo industrial,
lo que explica su supremacía industrial hasta 1870 aproximadamente, como
también financiera y comercial desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el resto
de Europa y en otras regiones como América del Norte o Japón,
la industrialización fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la
británica.
REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICO
Durante la revolución industrial se vivió
un incremento espectacular de la población, debido fundamentalmente a la caída
de la tasa de mortalidad provocada por la mejora de las condiciones higiénicas,
sanitarias y alimenticias que se plasmó en gran medida en la reducción de la
mortandad infantil. En este periodo nacen las primeras vacunaciones y se
mejoran los sistemas de alcantarillado y de depuración de aguas residuales. Una
alimentación más abundante y regular, no sometida a las fluctuaciones de las
cosechas, bajó la incidencia de las epidemias e hizo posible la casi
desaparición de la mortalidad catastrófica, sobre todo la infantil.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYfMAtPt3gwKI_iIcUEaGoQjIz9Vg0HAyZeykDem54Aje86bH_Z3HB_v32_J_aCSxNxGmRyC55SiQ5x3QorPZjM02qndfGzNtkpJh64D2r6NRIhF0yIgERgvsdxRuzqM-dlEd-FzsA2-gK/s400/revolucion-industrial-ind.-textil.jpg)
GRAN BRETAÑA
Es el proceso de transformación
económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo
XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran
parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840.
Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas,
tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 que
vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura
y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
La Revolución Industrial marca un punto
de inflexión en la historia, modificando e influenciando todos los aspectos de
la vida cotidiana de una u otra manera. La producción tanto agrícola como de la
naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo
de producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había hecho nunca en
la historia,3 pues
hasta entonces el PIB per cápitala Ase había mantenido prácticamente
estancado durante siglos.
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